9.4.10

REMONTANDO EL SIGLO XX - Una aproximación al cine found footage español del siglo XXI

El Found Footage, la apropiación y manipulación de imágenes recontextualizándolas en nuevas obras, es una de las prácticas más antiguas del cine. Ya en los años 20 encontramos algunas obras, como la trilogía formada por “La caída de la dinastía Romanov”, “El gran camino” y “La Rusia de Nicolás II y León Tolstoi”, que la directora soviética, Esfir Shub, realizó entre 1927 y 1928 con archivos procedentes de, entre otros, el Kino-Moskvo, el Museo de la Revolución e incluso de los legados del zar.

A finales de los 50 y en los 60 el trabajo con material encontrado se fue consolidando en países como EE.UU. Gran Bretaña, Francia, Austria o Alemania, en donde la práctica del Found Footage no sólo formaba parte de las obras documentales de carácter histórico y/o propagandístico, sino que se convirtió por méritos propios en un movimiento de vanguardia dentro de la experimentación cinematográfica.

En estos años ya encontramos trabajando ya a algunos de los autores que posteriormente se han convertido en referentes del metraje encontrado: Bruce Conner (“A movie”, 1958 – EE.UU. “Report”, 1963 – 67 – EE.UU.) Stan Vanderbeek (“Science Friction”, 1959 – EE.UU. “Breathdeath”, 1964 – EE.UU.) Chris Marker (“Description d’un combat”, 1960 – Francia) Artavazd Peleshian (“Nacalo” El principio, 1967 – URSS) Ken Jacobs (“Tom, Tom, The Pipper’s son”, 1969 – EE.UU.)

En estas fechas también encontramos algunas incursiones dentro del apropiacionismo de directores cinematográficos habituados a prácticas más estandarizadas como Woody Allen (“What’s up, tigger Lily”, 1966) o Pier Paolo Pasolini (“La Rabia” (primera parte), 1963 – Italia) o el debut como director de Werner Herzog con “Heracles”, 1962 – Alemania.

What’s up, tigger Lily de Woody Allen

Sin embargo en España no cuajo el fenómeno del apropiacionismo y no encontramos ninguna obra destacada hasta los años 70. Década en la que comienzan a trabajar con el material de archivo, dos de los autores más relevantes del panorama nacional: Basilio Martín Patino e Iván Zulueta
Los dos utilizarán la apropiación de imágenes para realizar sus películas, si bien dándoles un enfoque muy diferente.

Con Basilio Martín Patino encontramos la primera gran obra dentro del género: "Canciones para después de una guerra". La película fue realizada en 1971 pero por motivos obvios no vio la luz hasta la muerte del dictador. La espera mereció la pena ya que nos encontramos ante una visión audaz, implacable y totalmente libre de la España de posguerra. Una visión alejada de cualquier convencionalismo narrativo y normativa estética.
Un collage de imágenes de la cultura popular rescatadas del destierro en el que se encontraban y a las que dotó de una nueva vida a través de la manipulación cromática y las canciones populares, en claro contraste con la crudeza de lo representado.
Con esta contraposición de ideas consigue estremecer al espectador, desmitificando no sólo “nuestra” guerra sino cualquier guerra.
A esta obra, dentro del cine puramente de material encontrado, le siguió Caudillo en 1974, que sigue la formula de trabajo iniciada en Canciones… pero aun si cabe con menos medios y más imaginación, ya en la clandestinidad más absoluta.

Por su lado Iván Zulueta crea sus obras dentro de la experimentación cinematográfica. Trabaja en busca de nuevos ritmos, jugando con el tiempo y reestructurando clásicos del cine fantástico en sus obras "Kin Kon" 1971 y "Frank Stein" 1972, en las que en pocos minutos condesa la esencia de estos mitos del cine. Estos juegos rítmicos estarán presentes en gran parte de su obra posterior, siendo parte fundamental del argumento de su obra cumbre "Arrebato", 1980.

Tras estos primeros años 70, las incursiones de cineastas y artistas dentro del cine de material encontrado han sido más bien esporádicas, destacando la presencia de Eugeni Bonet (“Photomatons”, 1976, “133”, junto con Eugenia Balcells 1977-78 y más recientemente “A Spanish Delight”, 2007) y Eugenia Balcells (“Boy meets girl”, 1978, la ya citada “133” o “For/Against”, 1983)

Photomatons de Eugeni Bonet

Pero a decir verdad este artículo no gira en torno a historiar de forma exhaustiva la práctica del cine Found Footage en España y una vez hecha esta breve introducción, me voy a permitir el lujo de realizar una elipsis para acercarme a las prácticas apropiacionistas de carácter experimental, que se están desarrollando en el siglo XXI.

Y es que es precisamente ahora cuando se está viviendo un resurgir del Found Footage. Una nueva generación de cineastas y vídeo artistas esta experimentando, bueno estamos experimentando, me incluyo ya que yo también trabajo con el material de archivo, con todo el extenso legado visual con el que el siglo pasado nos ha obsequiado.

Abarcar esta masa archivística sería impensable si no fuera por los procesos de digitalización de la imagen y la aparición de redes P2P y paraísos archivísticos como archive.org. que han facilitado el acceso a materiales que hasta hace bien poco era, prácticamente, imposible conocer.
Esto unido a una ruptura con todo proceso capitalista e industrializado propio de las prácticas cinematográficas más convencionales, nos convierte en claros exponentes de la filosofía punk Do it yourself.

Si lo esencial del Found Footage del siglo XX era el despojar a la imagen de su significado primigenio, manipulándola y descontextualizándola. En el siglo XXI también se le despoja de su dueño, que no de su creador. Una actitud subversiva, antisistema, de protesta ante la abusiva restricción de acceso a la cultura por parte de las industrias culturales y las gestoras de derechos con las licencias copyright.

Dentro de esta actitud se enmarca la obra de Ninotchka Art Project, quedando reflejada en esa ópera del reciclaje sonoro y visual que es la película "Copyright is for losers" (2008), un torrente audiovisual de 25 minutos en los que se samplean y remezclan sin prejuicio un sin fin de imágenes cinematográficas y cortes sonoros que conforman una obra envolvente, crítica y demoledora.

Copyright is for losers de Ninotchka Art Project

Otra activista dentro del panorama cinematográfico es María Cañas, ensayista del apropiacionismo, cuestiona tradiciones, floklore y cultura popular a través de la manipulación y yuxtaposición de imágenes procedentes de cuantas fuentes necesite. Así se nutre de imágenes de películas de ficción y documental, programas de televisión, publicidad o vídeos dométicos y con ellas ilustra su discurso.
Prueba de ello es "La cosa nuestra" (2006) película dividida en cinco capítulos, en ellos nos ofrece una visión satírica y bizarra del mundo de lo taurino. Como ella misma define “diversión y tremendismo operando en el canibalismo iconográfico”

En otra línea más física de manipulación, trabajando en sus obra, directamente, sobre el mismo soporte cimematográfico apropiado, se encuentran autores como Alberto Cabrera o Albert Alcoz. Quienes modifican el material en super8 y 16mm. con productos químicos, rayando o perforando el propio celuloide. El primero, por poner un ejemplo, perfora literalmente los fotogramas de la película, que forma su obra "Cada cuatro fotogramas" (2009) una pieza marcada por el ritmo calculado de estos agujeros, que alteran cada uno de los planos seleccionados.
Albert Alcoz por su lado en la obra "NIF FIN" (2007), se apropia refilmando en súper 8, de una película española de cine de barrio en el que Carmen Sevilla protagoniza una historia de amor con previsible happy ending. Y la presenta distorsionada y decolorada cuestionando ese posible final feliz, todo ello enfatizado, por una inquietante banda sonora.

Otro fascinado por el super8, es David Domingo aka Stanley Sunday, artista visual, cineasta experimental, amante de la serie B y el cine amateur, juega con los ritmos al más puro estilo Zulueta. Sus obras están llenas de humor, irreverencia y mucha, mucha libertad. “Película Sudora”(2009), “Disney attraction highlights nº 1” (2009), “El exorcista, el musical” (2004) son buena muestra de ello

Partiendo de una estructura más narrativa en sus planteamientos, se puede situar a Gerard Freixes quien, a diferencia de los anteriores, manipula las imágenes que reutiliza, utilizando herramientas digitales. Su obra, ofrece una visión crítica de temas tan presentes en la sociedad actual como la soledad en "Aislado" (2007) y el individualismo en "Alone" (2008) aquí un llanero solitario, más solitario que nunca, se enfrenta contra enemigos, los cuales ya no están ni presentes. El individualismo del superhéroe, en grado sumo.

Aislado de Gerard Freixes

El fake o falso documental, es un de los subgéneros que más se ha nutrido del material apropiado. Un ejemplo lo encontramos en la obra de Lluís Escartín “Ivan Istochnikov” (2001) adaptación audiovisual del proyecto artístico Sputnik de Joan Fontcuberta, quién nos presenta la desaparición de un astronauta soviético, que su gobierno intenta borrar de la historia.

El found footage es un estilo cinematográfico que atrae tanto a cineastas como a artistas que trabajan, habitualmente, en otras áreas. Tal es el caso de Left Hand Rotation, que de forma irónica, se apropia y manipula el nombre de Jean Claude Van Dame para transformarlo en "Jean Claude Van Dance" (2008) y así experimentar con la figura atlética del actor al que ponen a bailar al ritmo de diferentes grupos, LCD Sound System, Mouse on Mars o M.I.A. con técnicas de scratch vídeo. Para realizarlo, diseñaron un software, en el cual introducian la secuencia seleccionada, fragmentada en tantos planos como movimientos hacia el actor en ella y posteriormente, era el propio programa el que reordenaba la secuencia en función del ritmo de las diferentes canciones.

Dentro de el cine fuera de los cines, también se encuentra el germen de la obra "The End" (2007) de Fernando Franco, originalmente concebida y presentada como una instalación, para la exposición Miradas al Límite (2007 Artium – Vitoria) y ahora reconvertida en un vídeo monocanal para su exhibición en salas. En ella se reflexiona sobre la propia imagen cinematográfica, a partir de la cita de André Bazin “El cine es el único medio capaz de mostrar el paso de la vida a la muerte”.

Capítulo aparte merece la relación entre videoclip y found footage. Son muchos los grupos musicales y los realizadores, que en los últimos años, han unidos sus fuerzas decantándose por la apropiación para sus clips. Algunos ejemplos: Los trabajos de Luis Cerveró para Joe Crepúsculo, “La espada de Damocles” y “Siento que muero” este último realizado junto con Ana Ibáñez. Javi Álvarez para Dúo Cobra: “Los colegas son los colegas” y “Manopla” o Nacho R. Piedra para Grupo Salvaje o Migala

La cultura del VJ y del Live cinema, también se ha visto influenciada por el apropiacionismo y el reciclaje visual y en este campo nos encontramos por ejemplo con Machines Désirantes, una célula creativa coordinada por José Salas, que inundan muchas de sus sesiones de referencias cinematográficas. Iconos como Anna Karina y Rita Hayworth ya han bailado en clubs de toda Europa.

EXP08 live de Machines Dèsirantes

Para terminar y sólo a manera de apunte, enumeraré mi propia obra, por si algún lector quisiera conocerla. "The dancer’s cut" (2007) "Sábado noche en la feria del pueblo" (2009) "¿Quién puede matar a un hombre?" (2009) y el videoclip, del tema "Dreams" de Arbol realizado este mismo año para el fotogramarojo, son hasta la fecha mis películas dentro del Found Footage.

La lista de autores que están trabajando con material de archivo es mucho más extensa de lo aquí escrito y además crece por momentos. La mayoría de las obras mencionadas, han sido seleccionadas, por formar parte del programa de found footage, que desde Playtime Audiovisuales, hemos comisariado para la Muestra que hacemos. Este texto debería estar en continua revisitación. De hecho ahora mismo y no muy lejos de aquí, seguro que Ana Pfaff, Gonzalo de Pedro, Pere Ginard y Laura Ginès o Antoni Pinent, entre otros, estarán gestando una nueva obra que pronto verá la luz.

Enrique Piñuel
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