27.1.09

STONED - STEPHEN WOOLEY

Dentro de la sección dedicada a los nuevos directores de Zabaltegui se presentó Stoned, decepcionante ópera prima del director Stephen Woolley, quién hasta ahora había desarrollado la mayor parte de su carrera como productor de las películas de Neil Jordan.

La historia se centra en la figura de Brian Jones, guitarrista y miembro fundador en 1962 de The Rolling Stones. A través de un recorrido por diferentes momentos de su vida, reconstruye su relación con los diferentes miembros de la banda, sus amores y su aislamiento final en la granja Cotchford en la que murió a los 27 años.
La versión oficial y por tanto más extendida de su muerte es que se ahogó al caerse a la piscina con una sobredosis de drogas y alcohol, si bien existe otra teoría según la cual fue asesinado por Frank Thorogood, el albañil que remodelaba su casa. Stephen Woolley se decanta en su película por esta última.

Stoned se presenta como un vulgar enfrentamiento entre los dos arquetipos que definían la sociedad inglesa en los 60: el hedonismo y la ingenuidad del sueño hippie frente a la vida gris y conformista del inglés medio, es decir, Brian Jones (Leo Gregory) Vs. Frank Thorogood (Paddy Considine). Ambos personajes parecen escritos por y para párvulos.
Cumplen todos los estereotipos que definen sus grupos sociales. A Jones lo muestra como un hombre caprichoso y violento que disfruta humillando a quien le rodea ya sea alguna de sus novias o al propio Frank, justificando sus acciones en función de sus excesos con el alcohol y las drogas.Frank por su lado es un hombre mediocre y sumiso, se ve que el tipo quiere estar en la onda y fardar ante la cuadrilla de su relación con el idolatrado Jones y para ello es capaz de aguantar todo lo que sea. El paulatino conocimiento que tendrá del mundo de las drogas resulta, simplemente, patético.

La película se estructura a manera de kaleidoscopio con continuos viajes adelante y atrás en el tiempo y diferentes texturas cromáticas en función del espacio en el que nos encontremos. Intenta recrear así la atmósfera lisérgica en la que se movía Brian Jones, pero termina eternizándose en una tediosa sucesión de video clips.

Por ser generosos destacaremos algunos de los temas musicales que jalonan la película, clásicos del cantante de blues Robert Jonson en sus versiones de grupos como The white stripes, Kula shaker o Cream.En definitiva que el festival de San Sebastián nos la coló doblada a todos los ingenuos que fuimos a ver Stoned. La organización debería cuidar un poquito más las películas que escoge y sobre todo en esta sección de nuevos directores en la que más de una vez nos hemos encontrado con chuflas como ésta. No me extraña que Keith Richards y Mick Jagger denieguen del film de Woolley.

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